Mujer que piensa

Te veo pensando,

supongo, en muchas cosas,

y además del frío inhumano

que golpea la ventana, 

casi como un rito necesario

me embate la locura

de no saberme en tu listado.

Pero verte pensando,

siempre abierta a los debates

de tus ciegas alegrías

y mis sordas confesiones,

es apenas el vestigio

de promesas prometidas

en la espera del acierto de encontrarte,

porque

ahora poco importa

si escribís con pensamientos

mi nombre en algún vidrio,

o si la escarcha te da frío

y te abrazás a mi recuerdo,

poco importa

si tu rostro que me sonríe

con gratitud en las mejillas,

a veces sólo mira preguntando perdido

-y casi como chiste-

dónde queda el olvidado mausoleo

de la alegría.

Poco importa porque

no caemos en lugares clandestinos,

ni siquiera nos vestimos a la moda,

mucho menos sospechamos

desembarcos invasores,

y tampoco coleccionamos

sospechas o destinos;

te veo pensando,

supongo, en tantas cosas,

que necesito comprobar

que el miedo sigue atado y en silencio

olfateando un mundo

que no es nuestro,

vigilando a esos que

como un rito innecesario,

se aman para luego desamarse;

Te veo

y mientras tanto,

te pienso

y espero

que el frío te distraiga

y necesites

por fin abrazarme.