Parto
Yo parí tu
silencio
con el mismo temor
con el mismo temor
que se espera la muerte,
y con la confusa alegría
y con la confusa alegría
del llanto que anuncia la vida.
Selle los
labios rosados
del alma sensible con ojos lejanos,
la voz que acaricia mi sueño pasado,
mi recuerdo de ahora.
Yo parí este
extrañarte
en el viaje de vuelta del trabajo a mi casa,
en la boca vacía de tu niña descalza,
en la acuarela que pinta mi cuello desde que supe tu nombre,
en la ventana abierta
por donde entraba tu aliento.
Yo parí tu
intemperie
…y la mía.
y mi cielo no sirve para inventarte rincones
o alfombras que vuelan
o burdeles sin putas
o bahías con nosotros.
del alma sensible con ojos lejanos,
la voz que acaricia mi sueño pasado,
mi recuerdo de ahora.
en el viaje de vuelta del trabajo a mi casa,
en la boca vacía de tu niña descalza,
en la acuarela que pinta mi cuello desde que supe tu nombre,
en la ventana abierta
por donde entraba tu aliento.
…y la mía.
y mi cielo no sirve para inventarte rincones
o alfombras que vuelan
o burdeles sin putas
o bahías con nosotros.
Me gusta este poema tuyo que plasma esa luz que nace de un dolor.
ResponderBorrarUn gusto leerte, saludos.
Romina.
Muchas gracias por pasar a leer y por dejar tu comentario.
BorrarAbrazo.