Parto

Yo parí tu silencio
con el mismo temor
que se espera la muerte,
y con la confusa alegría
del llanto que anuncia la vida.
 
Selle los labios rosados
del alma sensible con ojos lejanos,
la voz que acaricia mi sueño pasado,
mi recuerdo de ahora.
 
Yo parí este extrañarte
en el viaje de vuelta del trabajo a mi casa,
en la boca vacía de tu niña descalza,
en la acuarela que pinta mi cuello desde que supe tu nombre,
en la ventana abierta
por donde entraba tu aliento.
 
Yo parí tu intemperie
…y la mía.
y mi cielo no sirve para inventarte rincones
o alfombras que vuelan
o burdeles sin putas
o bahías con nosotros.

Comentarios

  1. Me gusta este poema tuyo que plasma esa luz que nace de un dolor.
    Un gusto leerte, saludos.
    Romina.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por pasar a leer y por dejar tu comentario.
      Abrazo.

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