Carnelevarium

Una comparsa
que avanza sin horario
hasta el confín de los febreros.

Esa es la idea más cercana
que tengo de tus piernas.

La celulítica mentira
que jubila tus polleras
-que a tus ojos, un escándalo
y a los míos
que me importa-
sea tal vez para mis dedos
el mejor de los albergues.

Y no es transitorio.

Me gustan con constancia,
con esmero y sin peros
tus piernas decoradas
con medias caladas,
bucaneras o polainas.

Yo no sé de carnavales,
de religión mucho menos,
pero todo el largo de tus piernas
me convirtió en una comparsa,
que avanza desde febrero
hasta el confín de los horarios.

 

Comentarios

Seguidores