Hasta veinte
Yo sé que usted anda buscando
las raíces de sus manos,
y yo no encuentro mis manos
esas que bien conozco.
No le digo que ayer
entre historias y prehistorias
se cuenten alegrías
y otro tanto de desgracias,
y que hoy se amarren sin pensarlo
al embrujo que aún no llega.
Pero puedo proponerle
quizá por el recuerdo
de algún beso necesario
y ciertamente compartido,
que sus manos y las mías
cuenten hasta diez
antes de soltarse
cuenten hasta veinte
antes de perderse.
No le digo que ayer
con vergüenzas y locuras
atiendan la urgencia
las raíces de sus manos,
y yo no encuentro mis manos
esas que bien conozco.
entre historias y prehistorias
se cuenten alegrías
y otro tanto de desgracias,
y que hoy se amarren sin pensarlo
al embrujo que aún no llega.
quizá por el recuerdo
de algún beso necesario
y ciertamente compartido,
que sus manos y las mías
cuenten hasta diez
antes de soltarse
cuenten hasta veinte
antes de perderse.
con vergüenzas y locuras
atiendan la urgencia
del tiempo transcurrido,
y que hoy vistan de blanco
los sueños todavía no soñados.
Pero quiero proponerle
por la tímida ternura
que su sonrisa reconoce,
que si un día
cuenta hasta diez
e igual decide soltarse,
cuente con mis manos
y cuente hasta veinte
y que hoy vistan de blanco
los sueños todavía no soñados.
por la tímida ternura
que su sonrisa reconoce,
que si un día
cuenta hasta diez
e igual decide soltarse,
cuente con mis manos
y cuente hasta veinte
antes de perderse.
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